Los motivos que nos impulsan a realizar cualquier peregrinación están estrechamente vinculados a nuestras convicciones. Al ser una decisión personal, puedes afrontar el Camino por razones religiosas, turísticas, recreacionales, culturales, deportivas y más.

Si bien la norma medieval estipula que la Compostela será entregada a aquellos que hagan el recorrido por devoción o por cumplir un voto o promesa, no se aplica al pie de la letra. Siempre que hagas los 100 km a pie (no en moto ni coche), es suficiente.

En el sentido estricto en cuanto a un límite de edad para realizar el viaje a pie, en bici o a caballo desde cualquier punto, no lo hay. Lo ideal en todo caso es que los más pequeños o menores de edad deberían estar acompañados por sus padres o representantes.

Debido a su notoriedad, las autoridades encargadas en las comunidades por donde pasan los múltiples  trayectos se han encargado de que sea una experiencia segura, agradable y familiar. Puesto que el Año Jacobeo (2021) se aproxima, se están haciendo grandes esfuerzos para mejorar la señalización, la cobertura de telefonía, el arreglo de vías defectuosas y más para garantizar el resguardo de los caminantes.

En nuestra experiencia (al menos que seas menor de edad), aconsejamos que vivas esta aventura de forma solitaria la primera vez para entender lo que significa el espíritu del peregrino. Aunque vas a estar acompañado en muchos trayectos y conocerás la bondad de extraños, estar pendiente de otros limita un poco el proceso interior que surge mediante el esfuerzo y la superación.

La peregrinación del Camino de Santiago representa una gran red de rutas xacobeas que atraviesan tanto territorio español, como francés y portugués. El Camino Francés, el Camino del Norte, el Camino Portugués, la Vía de la Plata, el Primitivo o el de Madrid son algunas opciones conocidas.

Si revisas nuestros posts, puedes encontrar información más detallada sobre cada uno de ellos. Lo importante es que estos trayectos se unen en diferentes puntos para llegar a Santiago de Compostela y están debidamente señalizados con el símbolo de la concha amarilla.

Si estás pensando en obtener la Compostela, debes solicitar la Credencial del Peregrino para poder acreditar de forma oficial el recorrido que has hecho. Esto lo haces en las oficinas de cualquier Asociación de los Amigos del Camino de Santiago, ubicadas en los trayectos principales.

Este documento de 14 páginas diseñado en cartulina representa una especie de pasaporte que no caduca y debe incluir los sellos por donde pasas. Los encargados de estamparlo estos sellos son los albergues, iglesias y ayuntamientos de las respectivas etapas.

La forma habitual es mediante las señalizaciones dispuestas durante cualquiera de los recorridos oficiales. Otra forma es mediante tu smartphone o preguntando a otros peregrinos como tú.

Por regla general, la primavera o Semana Santa señalan el comienzo de las travesías hacia Santiago de Compostela. Esto se debe a que el clima invernal dificulta las condiciones del recorrido causa el cierre de alojamientos y además propicia ciertos peligros en etapas de montaña.

La respuesta corta es: No. Es una decisión personal que debes asumir cuando estás planeando esta odisea que es embarcarse en el mundo de la peregrinación. Lo mínimo para obtener la Compostela son 100 km a pie o 200 km en bici o a caballo para obtener la certificación.

El punto que elijas para emprender la ruta dependerá de dóndae te encuentres. Habitualmente la mayoría de las rutas convergen en el Camino Francés. La única condición es que debes terminar en Santiago de Compostela. Puedes partir desde Huelva, Sevilla, Madrid, Barcelona, Oviedo, Ferrol, Oporto y más.