¿Cómo debe ser vuestra alimentación mientras realizáis el Camino de Santiago?
El Camino supone un gran esfuerzo para el peregrino durante días (o incluso semanas y meses). Para mantenernos fuertes y con la energía al máximo a lo largo de la peregrinación es vital prestarle atención a la alimentación.
¿Cómo alimentarse para mantenerse en plena forma durante toda la jornada?
Un requisito fundamental es cuidar la forma en la que se ingiere y dosifica la comida.
Durante el día, es mejor recurrir por lo tanto a una alimentación ligera.
Al final de cada etapa es el mejor momento para realizar la comida más importante y abundante del día. Así, el peregrino se evitará caminar con el estómago lleno.
Son muchos los beneficios de empezar el día con un buen desayuno: esta comida supone entre un 20 y un 25% de la ingesta calórica del día. El peregrino debe desayunar con calma y cuidar la cantidad de alimentos que ingiere para evitar empacharse antes de iniciar cada etapa.
¿Qué ingredientes contiene un desayuno saludable?
En este enlace obtendréis toda la información para conseguir que vuestro desayuno sea lo más completo y saludable.
La importancia de los descansos
Es recomendable tomar un tentempié cada tres horas. El peregrino debe ingerir agua y sólidos con hidratos de carbono.
Los alimentos energéticos como una chocolatina, unos frutos secos o un terrón de azúcar para determinados momentos de debilidad servirán de gran ayuda para reponer fuerzas rápidamente.
Se debe tener cuidado a la hora de ingerir pescados y carnes poco hechos debido a que pueden causar intoxicaciones que afectarían mucho a la etapa programada.
Es importante no esperar a tener sed para beber y evitar beber mucha cantidad de agua de golpe. Lo ideal para evitar la deshidratación es dosificar el líquido.
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